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mientras él intentaba desentramar de dónde había nacido la sensación, ella acechaba... con una agilidad innata le robaba el aliento con un par de palabras; decidia el destino de algun pensamiento sublevado que no pedía permiso y emergia. Cazaba al vuelo mi mirada y la convertía en suya.
Las calles se desplegaban en torno suyo y la suave tarde los cobijaba con ese espectro de no saber que está pasando; no es de dia no es de noche. No es él, no es ella... el crepúsculo: la complementación.
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Somo tan tibios
Hace 12 años
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