miércoles, 28 de mayo de 2008

No warning shot

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-Que tal. Te acuerdas de mi...?

Él asiente con un movimiento de cabeza. Sabe quién es y lo que se avecina; disimula la sorpresa con dificultad y mira por encima de el hombro de quien al paso le ha salido. Ojalá que solo quiera hablar, piensa para si mismo mientras apresta las manos fuera de los bolsillos. Uno nunca sabe.

-Solo vine a decirte que lo que hiciste está mal. Y quise decirtelo dado que asumo que no lo sabías. Y me da lástima pensar que yo puedo hacer algo por tu ignorancia, así que no me quedé así.

Pues parece que a pesar de los insultos entre líneas, no tiene más intención de llevarlo más lejos. Casi le dobla el peso, así que no creo que enuna huida le de alcace. Aunque si lo hace...

-Me da la impresión de que no sabes lo que haces. Te falta un poco de conciencia de ti mismo... eso está más que visto siendo padre biológico y esposo legal, pero un completo extraño para tu familia. Así que, por qué no te enfocas en ello y dejas de hacer las cosas mal?

Diablos, sabía que algo había de mal con lo que le dijeron. Además de que no había razón para hacerlo. Había una extraña sensación de vacuidad en su vientre y de frío en su nuca. Arrepentimiento. Ahora es miedo mientras este sujeto se aproxima más hacia él.

-Como quiera, las cosas en el pasado, ahi se quedan. No vale la pena dese nterrarlas. Estan muertas.

Es desconcertante. Como puede decir esto cuando son acciones del pasado las que lo traen aqui precisamente? Hay además odio en su rostro y furia en su mirada. Dios! si lo hubiera visto antes con atención habría corrido. Ahora parece muy tarde.

En un rápido y sorpresivo movimiento, sus manos empujaron su pecho con rapidez que no encajaba con la fuerza que lo despidió directo de espaldas hasta el suelo.

Es como un sueño. Todo es demasiado rápido. Tiene sus rodillas en su pecho y las manos en su garganta. O al menos eso percibe. Su visión se nublo poco antes de golpear el suelo.

-En el pasado están las cosas. Muertas. Así... ASÍ! es como te vas a quedar si te acercas a nosotros una vez más...

Sus manos luchaban por asir los brazos lejos de su cuello, pero sus lánguidas extremidades nada podían contra las pinzas hidráulicas que parecían cortarle la vida...

Y de pronto todo se detuvo. Ya no había peso sobre él, ni presión en su tráquea. Aun con el shock y un respirar doloroso, se incorporó tratando de reconocer su entorno.

-sigues vivo...?

El sonido de su voz le hizo retroceder... con miedo esta vez.


-Al principio me sentí impelido a quitarte la vida. Pero alguien me dijo que eres padre. Y por muy
patético que sea, no quisiera ser yo quien dejara sin padre a esos niños. Aunque siempre estoy dispuesto a cambiar de parecer...

Se miraron a los ojos por un segundo antes de que el atacante mirara por encima del hombro de la presa y levantara la mano. Acto seguido un auto se detuvo a su lado. Él subió sin verlo de nuevo y se marchó.
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