miércoles, 30 de abril de 2008

Buen viaje señor Hofmann


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¿Será que el señor Hofmann pudo hacerlo?

Albert Hofmann descubrió por casualidad el LSD. Una de las varias maravillas más satanizadas de el siglo XX. No siendo así por ejemplo la teoría de la relatividad que de una manera u otra llevó a la fabricación de la más potente arma de destrucción masiva del la época.

El señor, vivió solamente 102 años. Y en el aniversario de su centésimo año de vida, continuó abogando y explicando como su "hijo problemático" podía ser (y lo es), un buen medio para el tratamiento de patologías del comportamiento.

Nótese la palabra MEDIO. Es ahi donde más de uno falló. Y no solo en el campo de los alucinógenos. Sino también en convertir un buen medio en el frío e insípido fin por si mismo.

Llámese dinero, drogas, orgullo... que debían ser solo el MEDIO para acceder a un fin más trascendente y significativo. No solo el trabajar para tener dinero e incharnos de este; sino con él poder alcanzar una mejor calidad de vida, allegarnos de cosas que nos ayuden a crecer y a procurar el bienestar de los que nos rodean.

Hoffman lo hizo. Realizó experimentos y una extensa campaña para su desmitificación posterior a la campaña de desprestigio emprendida en su contra. Sin perder nunca de foco que el "trip" era eso: un viaje. Para encontrarse con algo que nos dejara una experiencia que modificara nuestras concepciones para un bien posterior. Don Juan Matus decía que eran "enseñanzas para el buen vivir"

Como sea, son estas las cosas que debemos tomar como ejemplo y no dejarnos estancar en las pequeñas "drogas" que plagan nuestro vivir. Hay que tomarlas como lo que son.

"Esta escalera al cielo es para subir a él. No para sentarse en los escalones a vivir"

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