miércoles, 30 de julio de 2008

To bid you farewell

Mentiría si dijera otra cosa: pero claro que lo recuerdo.

Pasé tiempo soñándolo y lo vivi por 12 días. Veintitantos días de encierro añorándolo y luego algunos meses de ultrarealidad.

Y es que aunque no creo que no haya marca, no está en mi frente ni en mi brazo. Está en alguna lugar de esa parte de mi, intángible, y que a veces simbolizamos con un músculo en el pecho.

Y quisiera decir que algo quedó en mi. Solo el recuerdo, aun de las piezas musicales que pensé que no sentiría igual otra vez. Pero no.

Ahora tengo otras cosas que tapizan mi ser... cuerpo y alma. No solo mi lengua perforada, ni la imagen de seriedad que a veces se adapta a mi. Sino en las sensaciones en mi piel. Que se extienden hasta mi alma...

Y en mis momentos de recuerdo algo sale de aqui. Esta vez están aqui: con una calle color salmón, un cigarrillo en mi boca y un recuerdo en la mente.

Una vez me dejó ciego, y ahora he vuelto a ver.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto es la traducción de la música de Opeth??

o que